Tener un buen equipo en el
trabajo, no es fácil, pero es totalmente necesario para que la empresa funcione
y poder retener al talento del que disponemos, además si añadimos un buen
ambiente de trabajo será más fácil tener un equipo comprometido y productivo.
Los valores de los equipos pueden
ser muchos y variados y cada empresa o cada grupo puede poner en su punto de
mira diferentes valores o diferentes cualidades que debe disponer su grupo,
pero debemos contar con algunos comunes como son, organización, motivación, pro
actividad, confianza, responsabilidad y sin dejar de lado una buena
comunicación entre sus integrantes.
A veces resulta fácil, pero no lo
es y otras veces podemos tener un equipo motivado y fortalecido, pero puede ser
que se incorpore una manzana podrida en el equipo o que uno de sus integrantes
se convierta en una de ellas y nos lleve a la destrucción del equipo.
Que entendemos como la manzana
podrida, la cual no deja de ser una metáfora y la cual podría ser conocida o
nombrada de muchas otras formas, como por ejemplo una persona desmotivada y no
alineada con los valores del equipo y de la empresa, pero que nos puede hacer
tener una persona de estas características en nuestro equipo?
El hecho de tener una persona que
pueda ser un integrante toxico y el cual puede generar a que no tener un buen
clima laboral, puede acabar afectando al resto de integrantes del grupo debido
a que les puede influir en una menor dedicación en el trabajo, disminución de
la calidad y del esfuerzo dedicado a las tareas.
Pero que podemos hacer? Ante todo
debemos actuar y no dejar que el comportamiento de esta manzana afecte al resto
de integrantes, por lo que primero de todo deberemos buscar porque esta persona
se comporta así y buscar la forma de que este integrante se vuelva una manzana
buena y cooperadora con el equipo.
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