Esta semana he decidido dedicar mi entrada en el blog a ese
gesto universal que todos conocemos y que ilumina nuestra cara.
La sonrisa suele ser una demostración física y es una de las
que mas ayuda a expresar nuestras emociones. Solemos expresar, nuestra
simpatía, si estamos felices o si estamos tristes, nuestra alegría, nuestra
empatía, entre otros sentimientos.
Hemos de tener en cuenta que nuestra sonrisa es uno de los
gestos que se realizan cuando queremos socializar con otras personas y eso nos
permite tener un cierto grado de acercamiento.
Podemos encontrar diversos tipos de sonrisas,
Sonrisa forzada,
se produce en el gesto que se realiza por compromiso y lo que sucede es que la
comisura izquierda, se eleva mas que la de la derecho. Pero hay una excepción
que es cuando la persona en cuestión es zurda, ya que en este caso se produce a
la inversa, se levantará más la comisura derecha. Con este tipo de sonrisa
demostramos que estamos fingiendo simpatía, que estamos incómodos en la
situación con la que nos encontramos.
Sonrisa sincera
o auténtica, es cuando sonreímos y se nos elevan los pómulos y dejamos
entrever los dientes y cerramos un poco los ojos. Con este tipo de sonrisa es
la que llevamos a cabo cuando sentimos alegría, o de simpatía hacia una
persona.
Sonrisa falsa,
hay vigilar con esta sonrisa, ya que los movimientos de la cara son los mismos
que cuando hacemos una sonrisa sincera. Normalmente lo hacen persona de las que
no son fiables y ocultan sus pensamientos y sentimientos.
Sonrisa
despectiva, se produce cuando la comisura izquierda esta más baja que la de
la derecha y los ojos se cierran muy poco o incluso puede ser que no vayan en
concordancia con el movimiento de la boca, es decir, que no se muevan. Se
produce cuando se siente desprecio hacia la otra persona.
No os olvidéis que el rostro es
el espejo del alma y como nos aconsejaba Charles Chaplin “No té olvides de
sonreír…”
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