¿Os imagináis del tema que os voy
a hablar? Pues hoy quiero dedicar mi
post a la adaptación al cambió.
El origen de la palabra adaptarse
proviene del latín y si la separamos en os partes podemos decir que esta
compuesta por el prefijo “ad” que significa “hacia” y la segunda parte nos encontramos con un verbo que es
“aptare” que su significado es “equipar
o ajustar”.
¿Os habéis fijado en la capacidad
de adaptación que tiene el camaleón con su entorno? El camaleón, es un animal
que es capaz de acomodarse a las condiciones de su entorno, con facilidad y con
rapidez. El camaleón se adapta al cambio mediante la modificación del color de
su piel, lo que se le conoce como el camuflaje, para poder pasar desapercibido
para sus enemigos.
En la adaptación a los cambios, no
me refiero específicamente al camaleón, sino que quiero hacer referencia a la
capacidad que tienen las personas para poder modificar sus hábitos de conducta
según los contratiempos que vayan surgiendo en el día a día para poder llegar a
alcanzar nuestros objetivos.
Por lo tanto me estoy refiriendo
a una competencia de la que disponen ciertas personas, para poder afrontar los
contratiempos que les van surgiendo y se vayan adaptando con facilidad al nuevo
entorno, a las nuevas condiciones, a la modificación de hábitos diarios, …etc.
Las personas que tienen facilidad
para la adaptación al cambió, suelen ser personas flexibles al cambio, personas
resolutivas, saben reorganizarse de forma rápida, encuentran con facilidad la
solución a los problemas, reorganizan
las prioridades, entre otras.
Es importante que sepamos adaptarnos
a los cambios, a los contratiempos, que nos van surgiendo en nuestro
camino, hemos de tener en cuenta que las
cosas, las personas, el medio, …etc., evolucionan y nosotros debemos
evolucionar con ellas, con nuestro entorno, con nuestras actividades.
Reflexión final: ¿Cómo de camaleón eres tu? ¿Cuánto sabes adaptarte al medio? ¿Te cuesta
adaptarte?
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