En constante aprendizaje

Hoy quiero escribir sobre la educación continua y la necesidad de seguir formándonos y actualizándonos. Me he decidido a escribir sobre este tema, después de haber estudiado este tema en mi asignatura de trabajo y sociedad del conocimiento y pensar que es un tema importante y merece ser compartido con mis lectores.

Según los estudios en la mayoría de los países europeos entre un 10 i un 15 por ciento de la población activa sigue cada año algún curso de formación continua. ¿Que pensáis de este porcentaje? ¿No pensáis que debería ser superior?

Vivimos en un mundo globalizado, en cambios constantes y cada vez mas rápidos, esto hace que la formación adquiera un nuevo significado a consecuencia de estos cambios. La formación continua, es importante, ya que evita la exclusión social y además sirve para incrementar la motivación de los individuos.

Normalmente realizamos nuestros estudios, básicos, intermedios o incluso universitarios i cuando terminamos nuestro proceso estudiantil,  entramos en el mundo laboral y dejamos la formación a un lado.

Dejamos la formación a un lado porque pensamos que disponemos de la formación necesaria para realizar el puesto de trabajo que nosotros deseamos y no seguimos con una formación continua (de reciclaje), porque pensamos que dominamos a la perfección nuestra profesión.

Con la formación continua, adquirimos unos valores que no se aprenden en cursos de formación, como pueden ser, habilidades básicas (lectura, comprensión, redacción), aptitudes analíticas (toma de decisiones, organización, saber aprender, razonar), cualidades personales (responsabilidad, sociabilidad, gestión, constancia, motivación), gestión de recursos (tiempo, dinero, distribución), relación interpersonales (trabajo en equipo, liderazgo, trabajar en grupo), gestión de la información (buscar información y evaluar-la, interpretar y comunicar), comprensión sistemática (entender sistemas, mejorar o diseñar sistemas), dominio tecnológico (seleccionar tecnologías y aplicarlas a cada tipos de trabajo).

La formación constante es necesaria para nuestro desarrollo profesional y personal, para tener nuestro cerebro en activo.